Wednesday, August 10, 2011

¿Entonces la felicidad qué es? (Montar bici, sentir el viento en la cara.)

¿Entonces la felicidad qué es?
(Montar bici, sentir el viento en la cara.)

¿Es esa emoción rara que nos sucede entre dos calamidades? ¿Viene en jarras de chela heladita? ¿En unas buenas risas con amigos? ¿En una borrachera criminal con un one night stand included? ¿O simplemente no tiene formato alguno y viene y va como le da la gana?
Hoy en día caminamos, manejamos, corremos, comemos, dormimos, trabajamos, y vuelta a empezar sin darnos mucha cuenta si realmente estamos contentos con nuestro día a día. Sin parar a pensar ni sentir que en cada día deberíamos tener pequeñas o grandes cuotas de felicidad. Esto pareciera ser inalcanzable simplemente por no quererlo ver.
De chica mi placer más grande era jalarme mechones de pelo, no comer, jugar en el parque, sacarme algunos mocos, jugar con ellos, creer que nadie me miraba, botarlos por ahí. Encerrarme en una carpa improvisada de cojines, un columpio del jardín. Tirarme panza arriba en el pasto de noche, ver las estrellas y alucinarlas. Meterme en la micropiscina armable con mi tortuga y sentir que estaba en una laguna gigante, flotar en el agua solo la cara al aire de la tarde, mientras mi mamá hacía el geniograma, esa era su felicidad. Mi sonrisa más grande: cuando ella me regaló mi primera bici, rosada, con cintas a los lados, de segunda mano y de sorpresa. Fue la primera vez que lloré de felicidad. Luego me saqué la mierda en esa bici rosada, en frente de todos los chibolos de la cuadra, lloré también por primera vez, pero de roche. La felicidad no es eterna.
Cuando era chica me encantaba jugar con soldaditos, no tanto con muñecas; con muñequitos de Star Wars no tanto con cocinitas. Pasaba muchos fines de semana jugando con los amigos niños y sus juguetes, me moría de la vergüenza y al final con los años descubrí que a mi todo lo que me hacía feliz, no era tanto jugar con el nerd de Skywalker y sus amigos sino más bien con el dueño de todos esos personajes quienes luego murieron en una mezcla de cemento que hoy seguro forma parte de la casa familiar de EL. La felicidad con el aparecer de las hormonas puede ser casi una tortura.
Entonces parece que si, que toda felicidad es un lapso entre tragedias, entre catástrofes, entre roches, entre amores, desamores, hambres, fríos y hormonas.

Mágica ciencia
Nuestro cuerpo produce naturalmente una hormona mágica: la endorfina, que es la responsable de darnos alegrías, eliminar dolores y hasta apaciguar nuestro día a pesar de cuán lunesdemierdajefebabosocombidelinfiernopolicidetransitoporquenotevasacuidarelefantesalzoológico haya sido. Esta maravillosa hormona es la encargada de hacer que las flores huelan bien, los jardines se vean verdes, ver niños y te den ganas de tenerlos, ayudes al viejito a cruzar la calle así el no quisiera ir por ahí, que sepas cantar esa canción en tu iPod que está en francés cuando tu a duras penas hablas, escribes y lees en castellano. Endorfinas queridas, la vida gracias a ustedes es color de rosa. Y no, no estamos en un rave roleando como los dioses, estamos en nuestros propios cuerpos.
Esta sustancia bioquímica (y si, lo leí en Google), puede ser tanto un euforizante natural como un analgésico auto producido; es considerada la verdadera “droga de la felicidad”, no tiene efectos secundarios (ni bajadón de atracón con munchies, ni te vas a pasar de vueltas por sobredosis), por el contrario tiene excelentes resultados en nuestro ser.
¿Quieres saber cómo puedes producir más endorfinas y de paso valorar más tu día sin necesidad de comprarte el nuevo celular touch screen wifi mp87 satelital gps mystic drive? Bueno el secreto es bien simple: mientras más disfrutas de las cosas que haces, mas endorfinas produces. Empieza con cosas simples, como oír música, pon en tu iPod la música que más te haga sonreír esa que te hace sentir que vives en un musical de Broadway mientras vas en el Metropolitano en pleno rush hour por el zanjón. Hace unos años pasando por una no muy endorfinosa época de mi vida, puse en mi cd player (si…lo sé..al menos no dije casetes que eso acabaría con mi felicidad de hoy rápidamente) un disco que llame: Última Estación Esperanza, ahí todo era Manu Chao, Jarabe de Palo, Pericos y algo más de reggae feliz. Juro haber visto Lima con más colores desde mi propio soundtrack. Pruébalo saca toda esa música que te hace “pensar”  - no seas necio la línea es muy delgada entre el cool interesante y el patético deprimido- y pon Lady Gaga, Shakira (no lo niegues es el guilty pleasure de varios de nosotros), hasta algo de Rafaella Carrá y baila en la calle mientras lo escuchas, si vas en el carro canta a todo volumen, ríete de los que te miran raro que esto asegura producir grandes reservas para el resto del día.
Si quieres comer, lamento decir que en esto que leí dice que contra todo pronóstico la gula y la comida chatarra tan rica maldición no juega. Uno debe comer lo que pueda saborear, jugar con sabores, texturas, aromas, es casi un acto sexual el disfrutar de la comida. Esta puede estimular varias partes de nuestro cuerpo (no solo hacerlas más notorias),  y ayudar a segregar mas endorfinas que una triple whopper con queso y tocino y papas y gaseosa a lo grande. Comer chocolate: yalasa, de hecho todos sabemos cuánto placer puede darnos un rico chocolate, ojo no te comas el toblerone gigante de colección limitada, solo con un par de pedacitos de chocolate, la vida puede saberte mejor. Por supuesto que ahí también están los mariscos, de ahí su gran mito afrodisiaco (no se lo quitemos que igual nos puede servir), las frutas secas y el pan integral (boooooring lo se). La comida de la india, puede dejarte lo más cercano a totally wasted después de un buen banquete de sabores, olores y texturas. Un ceviche de conchas negras, con dosis extra de fósforo a la vena, puede dejarte en un limbo de placer por un buen rato. Disfruta cuando comas, no solo te atragantes.
Para mi comer es uno de los placeres más grandes de la vida, y quienes me conocen desde hace 15 kilos menos lo pueden confirmar. Puede ser poco o mucho pero la cosa es que cada sabor te lleve a un trip de placer, no solo a llenarte la panza. Un poco de champagne y todo en este día puede terminar con una mega sonrisa. Pero no pues, un poco de champagne dije, que haces descorchando la tercera botella?! La resaca no te augura ratos felices ni de broma.
El deporte dicen por ahí también es bueno para esto, jamás podré averiguarlo. Eso si el contacto físico con otros (guarda con la orgía) es básico, nuestro cuerpo arrecho libera mas endorfinas que el chocolate gigante antes mencionado, el que nos hable quien nos mueve el piso, el que nos susurre algo, probablemente el que nos mande un sms, un whatsapp, un facebook request, una twiteada, un poke, un mensaje en tu wall, un timbrazo en el msn, una visita por nuestra granja virtual de marihuana, un like en la foto que algún imbécil puso de nuestro peor ángulo no tan recto y más bien un tanto curvo, todo esas emociones tontas señores: segregan endorfinas. Así que no te sientas huachafo por emocionarte, por morderte los labios, de sonreír solito en tu escritorio, en el metro mientras lees tu celu, en el cine cuando todos te odiamos porque suena tu aparatito con la canción “caleta” que le pones a ese calentón de turno. Ni te cuento lo que pasa cuando este personaje llega a tocarte, ahí si empieza la sobreproducción de droguitas de la felicidad. Y bienvenidas sean. No con esto te estoy diciendo que te revuelques al primer baboso que te manda un msn, ni al primer stalker de fb que le pone like a todo, que comenta todos tus posts, todos los comentarios que haces en fotos de amigos en común, que va a ir a todos los eventos que vas a ir, que es fan de todas las páginas de las que eres fanS, incluso de la de tu mamá que como no sabe aún usar bien Facebook en vez de tener su propio espacio tiene dios sabe como un fans page y mayor misterio: más contactos que tu. Todos hemos pasado por el calentamiento de una noche de verano, invierno, otoño y primavera, todos nos hemos dejado llevar por unos tragos de mas, y todos hemos caído en garras de un maldito, o un pobre incauto a caído en nuestras garras. Ahí NADA tienen que ver las droguitas felices chochera, ahí si el responsable eres tú. Nada de llorar después por las infelicidades causadas por facilidades de falicidad.

Mis momentos felices:
La felicidad es un chela recién destapada, una tarde de sol, un jardín verde, y cero niños que griten alrededor.
La felicidad es encontrarse a uno mismo en el espejo y sentir mariposas en el estomago, Es estar tranquilo con quien eres, con lo que pesas, con lo que refleja el espejo y con lo que te grita la balanza (fuck).
Es  comer miles de sanguchitos triples de mesa de cumpleaños infantil y saltar en el trampolín del cumpleaños, un poco en tragos y hacer el ridículo mientras los niños te odian porque ya nos los dejas subir más.
Es tener el control remoto de la tele, del dvd de TODO no matter why
Felicidad es esa adrenalina que corre cuando te llaman o cuando te miran o cuando te besan y tocan por primera vez.
Es ir al peluquero y que SI te entienda y que NO haga lo que le de la puta gana y luego ponga cara de culo cuando te quejas sobre tu peinado de Gustavo Cerati en los 80s mientras trata de convencerte que es lo mas “audaz” y que estas 14 pasos adelante del resto con este nuevo look.
Es maleconear el domingo, con picinic, champagne, sunset, amigos y panza al aire.
Olor a café pasado, a pasto recién cortado, al árbol galán de noche (y un galán de noche y tal vez otro de día); que los perros aprendan a cagar en la calle, que el perro del otro cague en su casa.
Comerme el último jelly bean y descubrir uno en mi bolsillo. (hopefully de la misma bolsa).
Sacarle la lengua al chibolo que me mira feo y reírme.
Felicidad es que ese amigo borracho te llame a las 3am para decirte cuanto te quiere aunque insista en querer venir a tu casa. (No confundir el amor de un amigo con un booty call, esas son otras sonrisas).
Es ir a polvos azules  y comprar 10 películas que claro, después NUNCA ves. Más feliz puedes ser si no te haces el culto comprando puro cine independiente, checo-serbio-húngaro-malayo clásico y compras una buena huecada en DVD.
Comprar es felicidad frívola, hueca, consumista lo que quieras, pero es felicidad. Zapatos, casaca, jeans, bufandas saco hermoso, medias de colores y ropa de gimnasio que luego NUNCA usaras porque la verdad ni necesitas, ni la luz de tu casa es como la de la tienda, el espejo de tu casa SI es sincero, y por último: ni vas al gimnasio.
Soñar, así no se cumpla, así sea absurdo, así para cumplir tus sueños tengas que irte a Huánuco a pegarle al ganador de los 14 millones de soles de la Tinka, felicidad es soñar. Soñar que viajas, que conoces, que comes, que duermes, que vuelas, que patinas, que ayudas, que das, que te hablan las ballenas. Hay que soñar.
Felicidad es que tu ex te vea sonriente, que lo veas y que no se te mueva ni un pendejo por el(la) , y que quiera acercarse y tu “ni lo veas”.
Beber champagne (ya lo dije no?)
La felicidad es sudar el sexo hasta que uno no pueda más. Un orgasmo que venga de manos de alguien no solo de la de uno.
Felicidad es una pepita que te haga ver el mundo de color de rosa.
Para mí la felicidad viene en botellas litro cien, nada de envases pequeños.

Hay también risas que no las paga ninguna tarjeta. El niño que corre descoordinadamente y cae al piso, el que llega a la orilla del mar super cool y se lo lleva una ola dejando ver su no tan lindo culito al aire, el que está bailando feliz y bota el trago de la chica linda que quería impresionar sobre ella, su amigo el fortachón, la bff y como 10 personas más, siempre es impresionante cuanto liquido puede entrar en un vaso de discoteca, los bumper stickers de combis, las malas traducciones, los maniquíes muelones.
La felicidad está siendo sobrevaluada, no necesitas irte al Caribe en un all-inclusive-all-you-can-eat-never-gain-weight-party-for-ever-singles-and-ready-to-mingle-no-clothes-allowed-no-children-on-board-tequila-all-night-caliente-fiesta-cha cha cha-crucero. Es totalmente valido y divertido, pero qué pasa si en realidad lo que necesitas es silencio, leer un libro de esos que hacen que te pierdas del mundo un buen rato. Qué tal si hoy ves una buena película en buena compañía (tu mism@).O si te vas a caminar por el malecón, respiras aire limpio, tomas un helado, o si más tarde un emoliente de carretilla, te sientas, ves el mar un rato. Qué tal si sales con tu mejor amig@ al que tienes abandonado por el galán de turno y bailas con el toda la noche así sea en la calle. Qué tal si no dejas de ser niño, (no aniñado por favor, con eso no pasa nada: matapasión, antiviagra!) y juegas, te diviertes sin roches, que te importa lo que piensen otros, si te ríes en voz alta, lloras de la risa por alguna idiotez. Ya si con todo esto no te convencí de nada, has como yo, anda a la farmacia de La Aurora ahí, donde no te piden prescripción y sonríe desde tu visión color de rosa al mundo.
La verdad es que la clave está en mantenerlo simple; y acá viene la frase más DeepakChoprera que vaya yo a decir jamás: disfrutar, aprender y valorar. De lo demás hay que reírse no más.

 publicado en la tercera edición de la revista Galería , julio 2011- Lima / Perú -