Wednesday, November 13, 2013

Jalowin Criollo




De chica mi mamá era en Diciembre Mary Christmas y en Octubre un loco suelto en plaza. Una época hacia fiestas en casa, con todos sus amigos más locos que ella. Recuerdo disfraces como el de un amigo doctor que vino en bus desde la Merced con alas de ángel de plumas reales…lindas pero supongo medio apestosas y contaba cómo la gente en el bus lo alucinaba en el trayecto en especial porque no sabía dónde era Chaclacayo (ahí era la fiesta) y creo que ni donde quedaba la casa, pero por estar iluminado ese día: llegó. Claro su disfraz era un buzo deportivo blanco y alas. Una especie de premonitorio arcángel del futbol que aún no caía en desgracia. Otro, un sueco altote súper buena onda se pintó la cara de rojo y estaba disfrazado de insolado. Mi tía…mejor no entro en mucho detalle sobre la combinación entre su capa de vampiro y la influencia de vivir en Italia y andar en topless en la playa. Sí, mi familia era así: divertida y nadie se llenaba de contradicciones sobre si era el día de la canción criolla y que alienados todos los que se disfrazan o en que qué cholos todos los que cantan valses. Yo cómodamente encajaba ahí y me disfrazaba de punk, de bruja, de bruja de nuevo, de bufón de la corte (disfraz que uso mi mamá también otro año, lo que me hace pensar que yo fui alta desde los 10 años o mi mamá más chata de lo que yo recuerdo) y de bruja otra vez. Ya cuando dejó de hacer fiestas con bizarros personajes, ella se disfrazaba igual para repartir los dulces a los niños. Hasta que esos niños ya más parecían pirañitas y empezó a no solo no disfrazarse sino que cerraba la reja con llave así nadie podía tocar el timbre.

Mi familia materna, con la que crecí, no es peruana sino inglesa, entonces no crecí escuchando valses, ni huaynos, ni siquiera salsa. No me pueden culpar por ser más del disfraz que del cajón. La familia paterna si es del Callao y la salsa, el vals, el cajón, la papa a la huancaína y el pisco sour eran de casa. Aunque aun así una época era mejor negocio que saliera yo a pedir caramelos en donde ellos vivían (Chacarilla) que en mi barrio de gente no tan “dadivosa”. ¿Y de qué me disfrazaba? Pues de bruja otra vez. Una vez, me disfracé de Barón Ashler de Mazinger Z, un extraño personaje mitad hombre mitad mujer…sí, me disfracé de eso, fue mi idea, no tenía más de 10 años y al parecer era una niña de avanzada o tal vez solo una mini freak.
La cosa es que esta fecha mientras más tiempo pasa me trae más preguntas. La principal es ¿Qué te importa a ti si tu vecino, amigo, cuñado baila bien apretado una Estrellita del Sur mientras toma pisco y come anticuchos o si se disfraza de zombie de película con polo de un equipo de futbol y se va a una fiesta con luces, hora loca y sanguchón de la tía veneno de amanecida?

¿De dónde y cuando salió para muchos ese tan grande orgullo criollo de una sola noche como para molestarse con el que pide jalowei en la calle? O sea, me vas a decir que tú en tu patriotismo le quitas a tu hijito el gusto de salir con sus amigos disfrazado de ironman, winnie the pooh, el chavo, un pitufo o de blanca nieves y lo obligas a oír a Felipe Pinglo mientras todo el barrio toca el timbre y grita afuera de tu casa. Seguro también me vas a decir que el resto del año en tu carro solo oyes a Chabuca y nunca vas a un concierto de una banda extranjera. Lindo ese pechito orgulloso de nuestra música y que con toda la  facilidad juzga al que no la tararea hoy alrededor de un jonca de chela.

Otra duda grande, porque esta fecha le da licencia a todas las mujeres a vestirse de sexy enfermeras o sexy profesoras o sexy alumna o sexy bombera o sexy diablas o sexy angelitos (el sexy no te salva de verte como puta ojo, solo estoy tratando de ser amable). Pero a los hombres la comodidad de ponerse un chaleco y disfrazarse de cambista… un pañuelo en la cabeza y son gitanos… el polo que se ponen cada clásico y son futbolistas…o peor aún la ropa de su vieja y son mujeres tetonas. Este…no es justo varón, si ella se va a vestir de hentay criollo lo mínimo que puedes hacer chochera es bañarte y poner de tu parte.

Y los niños, no se salvan los niños. Antes salías a la calle, tocabas timbre, gritabas jaaaalowwwwwwwinssssssssss!!!! Y te daban caramelitos, galletas, algún miserable canchita fría, hasta una vez me dieron un plátano. Hoy, se juntan en grupos de muchas edades y al mejor estilo CGTP gritan ¡JA-LO-WIN-JA-LO-WIN-JA-LO-WIN! Como protesta afuera del congreso. Si no me das caramelo te pinto tu casa y la huelga continúa.


Entonces Halloween / Día de la Canción criolla, si somos un país en el que no tiene de inga tiene de mandinga, en el que somos multiculturales, que la inclusión está de moda, y que para todos hay. Diviértete, ponte tu máscara de scream por décimo octavo año consecutivo anda a la peña y no hinches con lo que hace el otro. No puede ser que hasta para divertirnos seamos quejones. Yo hoy creo que me disfrazo de bruja (como todos los días) y espero que alguien me dé un caramelito. (¡!) Eso sí: cuidado con salir tarareando una canción de la peña no vaya a ser que aparezca alguien la máscara del tipo de apdayc y te cobre. ¡¡¡¡JALOWWWEEEEIIIIIII!!!!