Reflexiones de bus

Subo en una esquina o a veces ni eso, solo estiro un brazo para subirme en una burbuja de realidad. A mi lado un hombre que se cae de sueño, su cabeza golpea mi hombro de rato en rato, nunca pudo ejercer la carrera que estudió. La señora que sube cargando las compras del día, se lamenta no poder haber comprado para dos días algo distinto y rellenar el estómago de los tantos hijos que tiene más un par de nietos que cuida mientras su hija trata de hacer mejor futuro en otro país, ella ha de estar muy ocupada, hace mucho que no sabemos de ella. El chofer simplemente avanza ganándole centímetros al otro, mientras el cobrador se desgarra la garganta que un día soñó serviría para llevar serenatas. Un niño estira la mano y ve como el bus se va de largo, el es un simple medio pasaje en el espacio que podría ocupar unsolveinte caballero. La música nos distrae del joven amablepasajerodamasycaballeros que a falta de oportunidad vende caramelos de limón. Yo me bajo en la esquina, en un rato me subo a otra burbuja, aunque a veces prefiero el taxi, ahí solo hay un policía mal pagado dobleteando como chofer.