Sunday, September 22, 2013

El efecto de crecer entre scones y papa a la huancaína

Crecí en una familia británica residente en Perú, nunca viaje Inglaterra y tampoco comí rico de chica, ahora de grande cocino por supervivencia y quedan claros rezagos.

El punto es que hace no mucho descubrí que soy una mezcla de chalacos salseros con square dancing. De ceviche de barrio con algún guiso marrón de pollo. Y de grandes domingos criollos familiares con horas leyendo en la alfombra de la sala.

 

Creo que me descubrí mezclada cuando en primer gradouna profesora preguntó qué música escuchábamos, las pequeñas San Silvestrinas respondieron felices: Parchis!Menudo!. Y yo: “My favorite bands are: Beatles, Rod Stewart and the Rolling Stones” frente a aproximadamente 30 caritas confusas mi escocesa profesora se emocionaba ydecía que esas también eran sus favoritas. Anécdota que inflo el pecho de mi rockera madre de por vida.

 

Mi abuela Peggy, madre de mi madre, era alta, flaca, regia, china de lentes, pelo corto siempre cenizo no se tanto si de canas o de color real. Ella escribía para un periódico, me torturaba todas las semanas yendo a ver las pruebas al Pacific Press y me llevaba al Lima Cricket Club, donde no me dejaba tocar nada en el baño, se ponía una ropa de baño, gorrito y nadaba ella por horas de horas de horas. Comíamos salchipapas. Crecí con ella me llevaba a todos lados, cantábamos en un Hillman mostazaque no iba a más de 60km/hr. Me hacía leer, tomar nota de todo lo que los guías explicaban en los museos y huacas. Me preguntaba luego lo que vi, entendí y descubrí. Ella me enseño a bailar sola en una fiesta de año nuevo que hubo en mi casa; que si una se quedaba esperando que la saquen a bailar a lo peor se quedaba planchando…sonseras! Dijo “una mujer puede bailar sola. Y se puso a bailar, brazos estirados, girando, vestido largo de la india pintado a mano…que hoy tengo yo. Me enseñó a tomar micros, como la 10 me llevaba por todo lima y como si estabas esperando en un banco y entraban a asaltar me tire al piso bajo los asientos (vivíamos en los 80s en Lima). Mi Grandma nunca me abrazaba, como mucho ponía su mano en mi hombro, ponía almohadas entre ella y yo cuando me pasaba a dormir a su cama, y muy rara vez me dijo en voz alta que me quería.

 

Mama Zora, la madre de mi padre, era pequeña, redondita, rosada, canosa de lentes también. Ella se pasaba la vida ordenando su casa, limpiando todo hasta que brille ese piso asesino en el que todos nos resbalamos en esa casa deChacarilla. Ella empezaba el día cocinando, todo siempreolía rico en esa casa. Jamás salía sola de la casa, veía novelas, trampolín a la fama, risas y salsa y el noticiero. Fumaba sus puchitos que cortaba a la mitad para fumar menos. Andaba siempre con un mandil puesto y creo quejamás la vi usando pantalones ni en invierno. Le tenía pavor a los aviones, se le subía la presión. De hecho me pongo a pensar en ella y no la recuerdo en otro lado que no sea su casa. Ella era una abuela clásica de cuento que cocinaba delicioso, todos los años me regalaba torta helada de piña con su receta secreta que se llevó con ella. Ella nunca hablaba mal pero cuando veía el noticiero y salía Fujimori. Decía: “este chino cojudo”… ella tampoco abrazaba mucho pero si me decía que me quería por teléfono, aunque a veces me decía también “hijito”.

 

Zora una limeña quien crió a sus hijos en el Callao (no me queda claro si ella era chalaca de nacimiento). Ellos fueron al colegio que antes fue clínica donde había nacido Peggy…una inglesa que realmente nació en el Callao.

 

Los domingos en casa de Mamazora oían música criolla a todo volumen, en mi casa oíamos RPP todos los dias a todas las horas. En casa de Mamazora no se discutía, en mi casa con tiradas de puertas. En navidad no comíamos pavo, comíamos pollo al horno, jamones, quesos, Christmas puddings flambeados. En la casa peruana pavo hasta reventar, puré de manzana hecho en casa, pasas, frutas secas, chocolates, chocolate caliente en diciembre, paneton con mantequilla, café con leche, champagne.

 

Estoy segura que estas mezclas y el crecer hija única sola por horas jugando con mi imaginación en el parque de Chaclacayo por horas eternas, corriendo atrás de barquitos (hojas secas) que iban por las acequias, armando una carpa con las mantas de mi cama en el columpio del jardín hasta empezar a congelarme. Tenía una tortuga y un cocker spaniel negro, ella Paquita, el Baffles. Paquita y yo nos bañábamos en la piscina. Baffles, pobrecito sé que lo amaba pero no me acuerdo mucho de él, creo que porque un día en mi cumpleaños me mordió la nariz, todo esto sumado a mucho tiempo para mirar por la ventana delhillman me hacen quien soy yo.

 

Hace no mucho un amigo inglés casado con peruana me dijo que los hijos de mezcla peruana con inglesa, eran terribles que no deberían existir. Que esa mezcla de sarcasmo inglés con criollada peruana era hasta peligrosa (todo esto entre risas …pero con fondo serio).

A veces no entienden que lo que digo no es con idea de ironía sino con mi mayor honestidad, que no reniego sino que disfruto, que no tengo que reírme a voz en cuello para estarla pasando bien. Que mejor me comunico cuando escribo que cuando hablo, y que cuando abrazo a veces golpeo.

 

Mamazora antes de morir me regaló una cafarena negra. Grandma Peggy antes de morir me dijo que yo siempre fui muy latina para mi familia británica.

Ironías de ser Zoë (Ponce) Massey.

1 comment:

  1. vaya......esta noche a las 4 am me desperté pensando en ella. Para que te quede claro, ella nació en Casma.

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