Wednesday, November 27, 2013

Amaos los unos a los otros (mientras piensen como yo)





A mí me bautizaron a los 8 años, me acuerdo de ese día y fue una semana antes de la primera comunión. Me acuerdo también que fue mi decisión que me bautizaran católica. ¿Cómo? Bueno la familia de mi madre es protestante, la de mi padre bien católica y el bien ateo. Estudié en un colegio laico y cuando todas iban a hacer la primera comunión yo me sentía más bicho raro aun de lo que ya me sentía siendo hija de casi hippies, divorciados, no yendo a Miami sino a Chaclacayo y no teniendo empleada.  Entonces, me bautizaron, hice la primera comunión con estampitas, chocolate caliente, vestido blanco hecho por mi abuela la católica y bucles… sí bucles casi angelicales hechos con unos endemoniados ganchos que casi no me dejaron dormir toda la noche. Todo para que una linda niña de este laico colegio a sus 8 años volteara y me dijera en pleno momento de “la paz”: ZOE QUE TE HAS HECHO???? Y así empieza mi vida católica confundida.
Mi madre jamás iba a misa, ni protestante ni mucho menos católica, pero hizo su buena acción del año con la nueva y única niña católica en la familia y me llevo algunos domingos a la iglesia Carmelitas. Ahí ella no podía ni rezar porque no se sabía nada en castellano y por ende tampoco explicarme mucho de lo que hacíamos ahí. Luego un día me dejo claro que: ni más, estaba sola en esto.
Mi abuela iba todos los domingos al Good Shepherd , entonces empecé a ir con ella y lo hallé mucho más divertido, los niños íbamos a Sunday School, nos explicaban de las historias en la Biblia y nos invitaban helado o galletas y jugábamos. Luego nos juntábamos con los grandes post misa quienes tomaban café conversaban, se conocían. No apestaba a perfume como el Carmelitas ni la gente se iba corriendo ni bien terminaba la misa. Luego una profesora del colegio preguntó a qué iglesia íbamos, le conté y me dijo “!ten mucho cuidado, esa no es una iglesia católica!” yo llegué llorando a casa aterrada de poder estar ya a esta corta edad lidiando con el diablo.
Dejé de participar en todo esto, hasta la adolescencia en la que descubrí nuevamente en la iglesia Carmelitas un excelente lugar para conocer chicos, iba con mi mejor amiga, nos reíamos tanto que creo que una vez nos dijeron que si íbamos solo a eso mejor no fuéramos. Entonces optamos por hacer lo que la mayoría de adolescentes, los domingos por la tarde teníamos la excusa de ir a misa para cruzar la avenida de por la casa y llegar a sentarnos afuera de la iglesia para disforzar nuestros 14 o 15 años con libertad y bendición.
En cuarto de media yo estaba segura que no me quería confirmar y una profesora que sentía que Dios estaba más con los Krishnas que con el padre de la iglesia a la que iba con su familia, me convenció de hacerlo. “Quien será tu madrina?” preguntó, ”Rafael Elías, respondí”, ”NO PUEDES TENER PADRINO!” sentenció. “Entonces no me confirmo”. El “loco” Elías fue mi madrino y aun hoy no entiendo de qué se trata todo esto. En quinto de media la profesora de religión algo obsesa no nos dejó entrar a tres amigas a la clase por preguntar mucho, mi madre optó por retirarme de la clase de religión y desde entonces hasta hoy varias cosas no me han quedado claro sobre algunos temas.
Años después viviendo en Máncora conocí la procesión del Cautivo de Ayabaca y como venía gente caminando desde Tumbes o más lejos, tocando música, gastando pares de zapatos hasta llegar a pagar sus promesas donde él. Me quedé impresionada por la fe de otros, en especial por la de un amigo quien un día tomando hasta el agua de florero me contaba que en dos días se iba en procesión, caminando kilómetros hacia su promesa de todos los años. Me di cuenta ahí que admiro la fe de otros, fe que no sé cómo se consigue ni creo tener tan fuerte.
El año pasado fui por primera vez a la procesión del señor de los milagros al centro de Lima y aunque no creo que sea parte de mi cultura, me movió todo, se me salieron las lágrimas, me emocioné recé, pedí, agradecí mucho. ¿Por qué? De nuevo: ni yo lo sé.
Hace unos días, en Barranco donde tengo la suerte de vivir (aunque varios creen que me quejo mucho y debería mudarme) se hizo una vez más la procesión. Porque en noviembre, ni idea, no soy parte de la iglesia pero hasta ahí, no hay problema. A pesar que cierran calles sin avisar, a pesar que recibes agresiones verbales cuando pides por favor algo de organización vial al respecto. La respeto, la procesión es una tradición. Pero acá entran cosas que no entiendo. ¿Por qué carajos tienen que reventar cohetones desde las 7am un domingo? Porque no respetan ellos a los demás como exigen se les respete a ellos. Muchas personas solo tienen el domingo para descansar. Y bueno ahí no para, esto se dio durante todo el día, cada vez que creías que ya había parado, otra detonada en alguna parte de Barranco. Entiéndase que es el distrito más pequeño de lima, entonces todo se siente como dentro de casa. Las calles cerradas, estrados en la plaza, insisto, hasta ahí, aunque incomode, acepto y respeto. Eran las 12 de la noche y las bombardas al mejor estilo rata blanca no paraban de sonar, me asomé por la ventana y podía ver como a peligrosa muy poca altura reventaban sobre los arboles lindas luces (me encantan lo juro, pero domingo 12 de la noche…no te pases). Dieron las 2:30am y cuando pensábamos que ya dormiríamos se desató la tercera guerra mundial, el año nuevo chino, peruano, el fin del mundo de las rusas, y todo a la vez. Yo estaba dentro de mi cuarto que queda al fondo de la casa, luces apagadas, cortinas cerradas y se iluminaba todo con cada detonada, llegó un momento que de verdad hasta miedo daba. No había quien los detenga, serenazgo respondía que “los católicos son mayoría en el distrito” así que no nos quedaba más que aguantar. Fiscalización nunca respondió, las sirenas de bomberos se prendieron un par de veces y ahora me temo, y espero equivocarme, también ellos fueron parte de esto según he leído por ahí. Yo dormí 3 horas y media antes de ir a trabajar, se de amigos que sus hijos no durmieron nada por el susto, no me imagino como habrán estado los ancianos del asilo que está a menos de dos cuadras de la plaza. Eso sin entrar en el tema de las mascotas aterradas en casa, de las aves que salen huyendo de la zona y ya no regresan. Del efecto extremadamente nocivo y en algunos casos irreversible que tiene la contaminación sonora en las personas y medio ambiente. No entiendo entonces, ¿cómo es que una religión predica el respeto, el amor a los otros y trata así al resto que no se le une? Los que nos hemos quejado hemos recibido insultos, incluso hay una persona que ha salido herida por una piedra en la cara de parte de uno de estos energúmenos que defiende lo indefendible. Todo por ir a pedir a las 2am que por favor paren de hacer tanta bulla.
Yo sigo aquí entonces sin entender nada desde mi primera comunión hasta hoy sobre porque con tanta facilidad predican lo que no practican. Ojo, no estoy generalizando sé qué hay de todo en todos lados, pero carajo, hay leyes que no se están cumpliendo y faltas de respeto que dudo mucho el dios más grande de las “mayorías” barranquinas estaría contento de ver. No entiendo porque se les otorga el derecho y la venia de pasar sobre uno, porqué el municipio es parte de esto y se lava las manos mientras levanta los hombritos con cara de “ay es solo una vez al año que le vamos a hacer”. Yo creo que hasta el mismo Señor de los Milagros estaba tapándose los oídos rogando porque se acabe y dejen de usarlo de excusa. Amén…dicho sea de paso, ¿no vendrá de amarse? Amen suena más bonito aunque ahorita sienta todo lo contrario por varios.

2 comments:

  1. pertinente y divertido
    a la edad de 5 años me llevaron con la procesión de la Virgen del Carmen de la Legua, desde el Callao hasta la Legua, es un trote....ni más.
    A los 8 junto a los compañeros de clase del colegio América del Callao y de otros colegios vecinos, hice la primera comunión en la iglesia de Bellavista. Habré ido a misa un par de veces sin entender nada del pecado original ni de nuestra culpa ni de las llamas eternas del infierno. Pasé a confesión y comulgué una sola vez antes de reciliar contrato con la iglesia católica y , por extensión, con la idea de pertenecer a una religión.
    Respeto las creencias y el fervor religioso de los demás ?
    Bueno, no hago nada por impedírselos pero no sé si las respeto.
    No sé, no creo.
    Lo que sí sé es que no me interesan sino intelectualmente, como objeto de estudio. Aunque mira,
    cada vez que he ido a la fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo he llorado. Anda a saber por qué, por quien. Alguna vez solo, otras en los hombros de un amigo. Curioso...no sé, la emoción, el sitio, la tradición...lo que me hace pensar en que sí, posiblemente crea en algo y no sea tan " bien " ateo.
    Por otro lado:
    un elemento de respuesta a tu pregunta sobre los cohetes es el precio de estos. Generalmente la organización y los gastos de estas procesiones ( banda de músicos, flores, velas, propinas al cura, etc. ) son asumidos por los cucufatos anónimos de la cofradía que aspiran a dejar de serlo. Si cuentas el número de cohetes reventados y lo multiplicas por el precio de cada uno te vas a dar cuenta que estamos hablando en serio.
    Aquel que tiene el cargo va a empeñar hasta el calzón de su mujer para poder pagar la cuenta y así quedar bien y se diga que tiene un huevo de plata. Una manera de comprar reputación de hombre de fé, bueno y solvente. Y no sólo sucede en Barranco, es en todo el Perú ( para no ir más lejos ). A menos de una revolución sangrienta eso no lo cambia nadie. Ni Jesús.

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  2. Finalmente, todos los fieles de todas las religiones son humanos y los humanos tienen errores como estos que acabas de describir en su comportamiento y demás cosas...

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